Miró por la ventana de nuevo, y unas cuantas veces más. Dejaba notar una leve obsesión con el estado del tiempo. Otra tarde gris, otra como tantas. Respira hondo, muerde sus labios. Josefina esperaba una señal absurda, absurda como ella misma.
Dibujó con su boca: "Amor es incertidumbre".

lunes, 12 de abril de 2010

Gonzalo se clavó en Josefina como un cuchillo, Josefina encontró en Gonzalo el dolor de ser lastimada y amada, de ser lastimada sin querer. Gonzalo se clavó en Josefina como un cuchillo, encajando perfectamente en esos espacios vacíos, sanguinarios, eternos y ya existentes.
Gonzalo, en esa distancia absurda, pudo adentrarse -quizás- mucho mas que ella misma en ella. Porque entre pasajes Rayuelianos, entre palabras dulces y animadas, entre adulaciones necesarias, Gonzalo le hizo el amor a Josefina desde Perú hasta Argentina, sin conocerla, sin tocarla, sin sentirla. Pero que es el sentir? El pudo soñarla hasta el cansancio, puedo sentirla hasta enamorarse, pudo imaginarse poseyéndola, pudo adentrarse en sus pensamientos, como si estuviera constantemente intentando despertarla, como si fuera necesario hacerla entender o reaccionar; y Josefina soñaba despierta, Josefina lo necesitó desde el comienzo hasta el fin, le rogaba que se despegara de la tierra con ella, que se entregara a las ilusiones, porque de las ilusiones vivía, porque en las ilusiones creía.
Gonzalo se clavó en Josefina como un cuchillo, y cuando quiso -quien sabe porque y como- se alejo de ella. Porque todo es infinito hasta que se termina. Y aunque esa herida no sangró, Josefina no olvida, no puede olvidar ese artista, ese escritor, idealizado por ella, que le cambio la vida un invierno frió y caliente. Un perseguidor de la lluvia -esa que "no existía" en Lima, pero que en Buenos Aires ella siempre veía- que le dio un fin a una pasión que, para Josefina, no tiene limites. Porque aunque las cosas dejaron de ser como antes, ellos siempre van a compartir ese capitulo 7, y esas mil y una cartas que se enviaron con ese amor insignificante y grandioso. Y esas son cosas, que nunca cambian.

1 comentario:

andrés dijo...

También me fue difícil todo, fue difícil escribir la crónica, colgarla, leer tu mensaje, leer tu post y ahora escribirte, todo como una línea invisible que siempre me ata, en este caso a ti, a nosotros… Es difícil escribirte ahora después de leerte, después de saber como te sientes con tu vida agitada ahora y me pregunto que quizás escribí esto y lo colgué en mal momento, no necesitas ahora que venga con cosas pasadas, cosas de las que ya hablamos y que por mas difícil, triste que resulta, ya no hay que darle mas vuelta… sin embargo lo hice por una muestra de cariño, como una promesa de que siempre serás mi Efi, me parecía injusto y hasta cruel que no tengas un post en mi blog después de tantos que he colgado y que colgaré en el futuro…

Ahora al leer tu mensaje te note un poco incomoda, quizás molesta, quizás era el mero cansancio, y te entiendo, yo también me siento así, siento que todo pesa más, que el invierno no llega nunca, que en esta parte del mundo nunca podrá llover como está lloviendo en Buenos Aires, me gustaría estar allá o en cualquier sitio donde nadie me conozca, donde pueda estar en paz con mi soledad y mi tristeza, sacarme un suspiro y volver a sonreír… Es difícil todo, mi vida, sé que también tu vida, y no necesitas mis palabras si no te sientes bien, es decir… Para mí tu cabello siempre será un remolino hermoso, tu figura y esos labios son tan lindos como la primera vez que los vi, jamás podrías ser fea, eso no existe en ti, pero en todo caso si algún día me necesitas, simplemente me mandas un mensaje al celular y yo así esté en el desierto me conectaré o quizás te llamo, siempre estaré para ti, como te dije una vez… o seremos los mas grandes amores a lo lejos o seremos los mejores amigos, y como aun no quiero elegir aunque tenga que hacerlo pronto, es algo que jamás cambiara, mi cariño hacia ti…

Respecto a que en mi enlace te habia puesto “Maria Eugenia” Lo hice para que los que me leen no vean tu blog, ya que quizás entrarían y seguramente te molestaría tener extraños rondando por ahí, aunque yo también en un momento fui un extraño no?

Te mando ese abrazo que te envíe la primera vez que te quise

Te quiero Efi, te quiero mucho… siempre…


andrés