No era una luna plateada lo que buscaba, yo solo quería una humilde expresión. Si tenés algo de tiempo, una explicación. Sonrisa dorada, tirarte del cabello para apaciguar, darte paz con caricias simples. Pero me di cuenta un buen día de nostalgia acumulada, que nuestro cielo no es el mismo cuando miramos hacia arriba asombrados. Fueron tus manos las que nunca entendieron el contorno de mi cuerpo, la delicadeza de mi piel, ni intentaste repararme como prometiste. Basta de mentiras, de condenarnos con impureza. Prefiero perder la cabeza, antes que perder mi esencia. Nunca voy a atarme el pelo para vos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario