Miró por la ventana de nuevo, y unas cuantas veces más. Dejaba notar una leve obsesión con el estado del tiempo. Otra tarde gris, otra como tantas. Respira hondo, muerde sus labios. Josefina esperaba una señal absurda, absurda como ella misma.
Dibujó con su boca: "Amor es incertidumbre".

jueves, 22 de septiembre de 2011

Libertad. Podés correr para cualquier lado si querés. No te voy a (per)seguir. Y acá no ha sucedido nada. Cuando vuelvas a casa quizás con los ojos abiertos puedas ver un poco. Las paredes muy rojas chorreando. Ceguera. O nunca fuiste quien yo creía. Entonces prefiero verte desde lejos cómo corrés para cualquier lado, cómo te chocás con la "realidad", cómo te mentís a vos misma en la cara. Cuidado con lo que deseas. Sobre esta superficie empedrada ando descalza para ver sangrar mis pies al final del camino porque sé que me lo merezco. Ahora me avergüenzo sin sentido, me paseo en pensamientos derivados de tus palabras que se metieron, explosionaron dentro. Roto, rota. Trozos irreconocibles. Pero hoy_ y nunca más_ dejaré que vengas a pegarme pedacito a pedacito, encastrarme de a poquito. Quiero estar sola, incompleta, sin vos. Porque nuestro complemento ya no existe. Público-privado-íntimo. Ya lo sé. (¿)Esto es lo que querías(?) Yo quiero irme tanto como vos. Vos y yo éramos tan incomprendidas. Pero no. No. No quiero. No voy a escuchar más nada. Yo voy a observarte mientras corrés para cualquier lado. Y voy a llorar toda la eternidad si es necesario. No por haber errado, sino porque no te reconozco. Voy a seguir mirándote hasta que seas una manchita en el horizonte, y no voy a poder parar de preguntarme quién sos. 

No hay comentarios: