Dónde te escondiste alma mía?
Viento y marea intermitente.
Alojaste tu ser en ese rinconcito,
Armaste tu fuerte,
Pretendiste protegerte
Guerreando contra su desarraigo,
Contra su inutilidad.
Dónde te escondiste alma mía?
Qué ocurrió cuando el colapso
En tu mundo se declaró?
Yo pude sentir la derrota.
Pero no me digas, alma mía,
Que la vida te sorprendió,
Que fue un ataque nocturno,
O que en tu espalda
Su cuchillo se hundió.
No te mientas, querido ser destronado.
No me mientas en la cara y por nada.
Declara que fuimos a pelear,
Sabiendo que perderíamos,
Que fuimos fuimos a una lucha
Que tenia resultados obvios
Y anticipados.
Di la verdad, esa que purifica
Lo recóndito de tu existencia.
Di que te enfrentaste,
Porque querías perder,
Porque querías justificar tu retiro,
Tu desaparición...
No hay comentarios:
Publicar un comentario