Impregnada estoy y estaré.. Sumergida en ese río de inmensidad inentendible, el frío se apodera de mi, el aire es escaso, y voy dejando lentamente ahogarme de eso que fue todo y ahora es nada. Voy sintiendo como el agua se adentra en mis pulmones, y soy totalmente insignificante como lo era y como lo voy a ser siempre: Un ser manipulable de pies a cabeza, me entrego con cegera a esta situación. Me entrego como de costumbre al apasible sentimiento del ahogo eterno. Entonces, dejo de estar ahí, dejo de estar simplemente, y volteo mostrando el único hilo que me queda de vida, para verte venir, verte por fin venir, cuando ya no hay nada más que hacer, más que dejarme morir...