Me pierdo, me siento mareada y confundida. Me sostengo de donde puedo y pienso que puedo sola salir de esta, como ya lo he hecho tantas veces. Por otro lado, quiero llamarte, porque tengo miedo y estoy un poco cansada de hacer todo sola. Sé que soy frágil, en el fondo lo sé. Pero no pienso admitirlo, por eso simplemente pienso que seria prudente avisarte que no me puedo mantener parada, que necesito tu ayuda. Sé que te quiero a vos, que quiero que vos me ayudes. Sé que sos el único que me entiende, pero mas certeza tengo de que sos el único que quiero. Igualmente, repazo una lista de personas que también vendrían gustosas y preocupadas hacia mi, pero termino pensando que me mentiría de nuevo, porque no generarían ninguna ayuda (mentira, si me que servirían, pero no es lo que quiero realmente).
Termino por quedarme sola, sé que si empeora la situación, todavía tengo tiempo de llamarte. Mientras tanto, pasan los segundos y me siento cada vez peor, por eso, decido sentarme. Pero lo peor no esta sucediendo en mi cuerpo, sino en mi mente. En mi alma.
Voy recordando lentamente todo eso que algún día me dijiste (porque sí!, te escuche, y en el momento que hablabas parecía que lo último que estaba haciendo era prestarte atención, pero, noticia! todo está dentro mio), y lo que recuerdo, sé que me cambio la vida. Por eso quizás me da tanta bronca este maldito desequilibrio que siento de nuevo. Porque te dije que estaba bien y sentí que podía estarlo y que tenia que hacerlo. y mierda, ahora no me puedo parar.
Y no quiero escribir mas, porque me hace mal...
Pero lo necesito...
Necesito decirte que no entiendo porque te importa tanto todo todavía. Porque sé que te importa. Pero porqué?
Necesito decirte que me siento orgullosa de mi bloqueo. Vos y yo, sabemos que puede pasar si no me atengo a mostrarme completamente. Por ahora, no puedo ser con vos quien soy. No puedo ser la mujer sincera, apasionada y directa que vos conociste, y lo hago por los dos.
Y a esta altura estoy aterrada, porque no se si algún día voy a poder levantarme. Y esas ganas de llamarte se transforman en bronca, porque sé que no debo hacerlo. Ya se fue todo al carajo con vos, y nunca van a ser las cosas como antes. Quizás solo en mis sueños. Pero hay que vivir en la realidad mi amor. Hay que dejar de volar para poder poner los pies sobre la tierra. Tengo que dejar de pensar en lo que pudo haber sido.
Y mentí, no te libero de nada, no te lo mereces.
La bronca que me generas, me da fuerzas. Ahora recuerdo como pude salir de todo eso en aquel tiempo. Simplemente salí porque te responsabilice a vos.
Y por fin entiendo el único cambio de situación con la de ayer y con la de hoy, y entiendo porque ahora puedo hablarte. Todo esto, porque pude reconocer que yo también tuve la culpa.
Para este momento ya logré recuperarme, pero por las dudas llamo a alguien de esa estúpida lista y viene a mi rescate. Una persona que sólo llena un espacio vacío. Pero también genera una hermosa esperanza. Esa que me dice que todavía creo en que un clavo saca a otro clavo.
Y amo saber y sentir que todo esto va a cambiar y que vienen tiempos mejores. Pero ahora, por unos minutos, nada me aleja de la realidad: Yo sé que las cosas serian mucho mejores si estuvieras a mi lado, y esta te puede parecer otra simple ilusión...
Pero de las ilusiones vivimos...