Permitiendo lentamente que hagas y deshagas a tu gusto, termine por admitir que soy la única responsable en este enredo. En el enredo de tus manos con mi pelo. Mi pelo alborotado de rulos y de dudas. Dudas indescifrables porque nunca fuiste claro. Porque para ser claro, hay que querer serlo. Porque no quisiste nunca nada conmigo. Nada que yo quisiera en realidad. La realidad es que nunca te deje nada en claro. Y es claro que vas a volver solo cuando lo necesites. Porque es cuestión de necesitar, no? y de conformismos. Porque por alguna razón yo me acerque a vos, y me mostré de esa manera, y termine permitiendo lentamente que hagas y deshagas conmigo.