1ro Empapada
La casualidad, esa que no existe y en la que no creo, hoy nos encontró y se sorprendió mas ella que nosotros. Nos vino encontrando en realidad. No era la primera vez que se acercaba a nosotros, pero si fue la primera vez que los dos la vimos.
Siempre me atrajo tu soberbia, tu frialdad, tu capacidad de comprar al mundo con una sola palabra. Porque hay que admitirlo, cuando vos decís que las vacas son violetas, y lo decís con esa seguridad y tranquilidad que te caracterizan, yo te creo. Yo te creo cualquier cosa. Porque últimamente yo no le creo nada a nadie, pero con vos es distinto, y no entiendo porque. Creo que es una cuestión difícil de explicar. La gente común, considerándome solo en esta ocasión perteneciente a ese grupo, se subordina a vos. Porque cautivas. Eso pasa, vos no hablas, vos cautivas. Y creo que ya debes sentirte en este momento como un dios o algo así, pero te dije que siempre te iba a ser sincera, y estoy cumpliendo con mi palabra.
Conocerse en un ámbito raro y creer que esto es parte de un amor a segunda vista, es un comienzo para describir que estoy sorprendida por lo que nos pasa. Por las cosquillas en el estomago (hay, como quisiera poder matar a esas mariposas), por como me miras, por como nos besamos, tan suavemente, por como nos seducimos, puedo predecir que este es un pequeño comienzo de algo que puede ser grande y lindo.
1 comentario:
Que maravilloso texto realmente, me gustó mucho
Un saludo
andrés
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